El viernes, menos de 24 horas después del último remezón en la campaña para las primarias presidenciales, que se detonó tras la salida de Luciano Cruz-Coke y Joaquín Lavín para integrarse a las campañas de Andrés Allamand y Pablo Longueira, respectivamente, el sociólogo Eugenio Tironi participaba como panelista junto a Álvaro Vargas Llosa, Genaro Arriagada, Hernán Felipe Errázuriz, entre otros, en la charla “A 40 años del golpe, el estado de la democracia en América Latina”, en la Universidad Finis Terrae.
Tras su intervención en el seminario, Tironi ahondó en el escenario generado en el oficialismo, en la primaria de la oposición y lo que espera de los últimos nueve meses de la gestión de Sebastián Piñera en La Moneda.
Quedan tres semanas para la primaria presidencial. ¿Usted ve claro el panorama?
En el caso de la oposición la incógnita es quién sale segundo y por cuánto gana Bachelet, pero no creo que haya sorpresa. En la Alianza yo creo que está mucho más abierto el panorama. Yo suponía que Longueira tenía mucha chance, pero esto de que tenga que sacar a Lavín y ponerlo en la campaña significa que las cosas no andaban tan bien.
¿Quién gana más, Allamand con Cruz-Coke o Longueira con Lavín?
Mi impresión es que Allamand con Cruz-Coke, por lejos.
¿Eso bajo la lógica de los liderazgos más carismáticos?
Y además el liderazgo de Lavín es un liderazgo que ya ha sufrido su desgaste, son muchos años en los cuales tampoco se ha reinventado y, además, no suma algo a Longueira, porque son dos políticos, mientras que Cruz-Coke le suma a un político como Allamand un carisma diferente, más juvenil, más de centro, ligado al mundo de la cultura.
¿No va a haber una primaria estrecha en la Alianza entonces?
Va a ser estrecha, va a ser fotográfico, muy cerrada.
¿A quién le ve más posibilidades?
Yo creía que Longueira iba a tener una entrada más espectacular de la que tuvo, todavía está curando las heridas en la UDI, esta manera autoritaria de instaurar la plantilla parlamentaria ha tenido sus costos. Allamand resistió bien la entrada de Longueira, hizo los ajustes, y tal cual veo hoy las cosas yo apostaría más por Allamand que por Longueira.
Usted planteaba que el término socialismo moderado podría incluso atribuirse a Piñera por lo que ha hecho en su gobierno. ¿Por qué cree esto?
Yo creo que la gran virtud del gobierno de Sebastián Piñera es que rompió la dicotomía socialismo versus liberalismo y libertad versus colectivismo, porque ha sido un gobierno apoyado por la derecha política, formado por empresarios, ejecutivos y consultores de empresas, todos ellos exitosos en su actividad privada y que estando en el gobierno han sido totalmente continuadores de reformas de carácter social demócrata que impulsó en el pasado la Concertación, incluso las radicalizó, como el postnatal, impuestos, royalty, Sernac financiero, protección del consumidor, entonces está en las antípodas del discurso neoliberal que es libertad del consumidor no protección por el Estado. Hay más exigencias ambientales, más Estado, bonos. Como bien dice Jovino Novoa y otros prohombres de la derecha más ortodoxa, este gobierno ha acentuado el curso que traía Chile, no lo ha modificado.
¿Cómo se explica entonces la divergencia entre un gobierno que se plantea a través cifras como exitoso económicamente, pero mal en las encuestas?
Yo creo que la gente en Chile dejamos de pensar que la economía depende de los gobiernos, ese es un gran triunfo de las ideas liberales, pensamos que la economía depende de factores internacionales, con el trabajo de cada uno de nosotros, con factores que no dependen estrictamente del gobierno, porque también tenemos una presidenta como Bachelet, que enfrentó la crisis más grave de los últimos años y su popularidad se disparó, entonces hay un desacoplamiento entre el curso que tiene la economía y la popularidad de los gobernantes. A los gobernantes hoy día no se les exige ni se les premia de acuerdo a cómo anda la economía, yo creo que se les exige y se les premia de acuerdo a lo cercanos que son, de acuerdo a cómo proyectan hacia el futuro las aspiraciones de las personas que van más allá de la economía. No somos simples animales productivos, somos animales que tenemos muchos oros intereses.
La última Adimark puso a Piñera con 40% de aprobación, la cifra más alta en dos años. ¿Es su techo o puede seguir creciendo?
Esto justo coincide cuando la economía se empieza a ralentizar, entonces eso comprueba que el desacoplamiento es concreto. El alza tiene que ver con que anunciado cosas que a la población le viene bien porque ha tenido un comportamiento muy moderado el presidente Piñera y, además, porque está ya terminando (su período) y creo que los chilenos somos educados, civilizados, y despedimos a la gente con un aplauso después de su actuación y aunque no haya convencido la despedimos con aplauso y al presidente Piñera los chilenos lo vamos a despedir con un aplauso, porque por lo demás su actuación ha sido bastante correcta, nadie puede decir que ha hecho un mal gobierno y creo que va a subir aún más en las encuestas y el presidente Piñera va a salir con bastante conformidad.
Siempre se habla de pato cojo en la recta final de los gobiernos. El jueves salió Allamand y Lavín del gabinete. ¿En qué pie queda el presidente entonces? Sus cercanos dicen que gobernará con fuerza hasta el último día.
En los meses que vienen podríamos encontrarnos con que se logren acuerdos sobre dos materias estratégicas para el futuro, como el binominal y la política energética. Si el gobierno y el presidente emplean su liderazgo para sacar eso adelante creo que sería una cosa muy positiva y podría ayudarle mucho a dejar el gobierno con un nivel popularidad más alto.
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